‘La vida de los otros.’
La vida de los otros es una película dolorosa, de manipulación, odio y deshumanización en un régimen corrupto y abusivo que controla la intimidad y el pensamiento a través del miedo y el dolor. Coloca al hombre contra el hombre, contra sus familias y contra sus amigos creando división y miedo.
Es un desfachatado esquema de abuso para defender un régimen instalado en el dolor que usa la frustración y los peores defectos de los seres humanos para que los sobrevivientes estén en un entorno envenenado por el odio y la desconfianza. Es una película que sublima la traición y el miedo mediante la manipulación de las masas.
La maquinaria del Estado usa el espionaje en las esferas intelectuales para coartar la libertad de expresión y controla la literatura así como el acceso a los medios de difusión desde el teatro, el cine y cualquier medio de expresión artística para controlar las ideas progresistas y el desarrollo de un pensamiento crítico, revolucionario y democrático.
Conclusión: La guerra fría establece un ambiente de amenazas e inestabilidad política, económica y cultural para agredir desde los estratos más bajos hasta los más altos niveles de dirección gubernamental.
La vida de los otros es un largometraje alemán que transcurre en Berlín del Este durante el año 1984.
En la República Democrática Alemana lo menos que hay es democracia, se muestra el despiadado y brutal control ejercido por la policía secreta (Stasi) sobre los círculos intelectuales.
Se describe cómo es vivir en un estado totalitario. La crisis y frustración de los seres humanos que están obligados a vivir en función de un partido al que sirven sumisamente y que está en incongruencia con sus pensamientos, verdaderos ideales y deseos.
Es la historia de un país dividido por la política y donde cualquier idea puede considerada subversiva.
El sistema de seguridad del Estado es el más represivo porque abusa de la intimidad de las personas para exponerlos al escarnio buscando errores en su forma de vida.
El sistema de espionaje lleva una relación de todos los errores que puedan vincular a las víctimas sólo por el delito de pensar. Los intelectuales con sus obras y escritos tienen el poder para desestabilizar un sistema basado en el miedo y el abuso de poder.
En los regímenes totalitarios como el que se muestra en el film, se pondera la honestidad cuando son unos corruptos y abusivos representantes de la ley, eso es un estado de Guerra Fría. En ambientes así, tan deshumanizados y abusivos, los seres humanos no se pueden sobreponer a tanto escarnio, humillación y dolor por eso terminan deprimidos o se rinden al suicidio.
Como ilustraría la portada si este fuera mi disco.
Escogí la imagen que muestro en el documento porque siento que hace un resumen ideal al concepto que tengo de guerra.
Como pude ver al comienzo del año en curso, las guerras (la de Corea, en este caso) comienzan en silencio, nos enteramos poco tiempo después de que comienzan porque el gobierno de Estados Unidos (que le encanta que el mundo sepa que como es “el mejor”, puede con todos los problemas que le aparecen como país) y Corea ya no pueden negar o esconder que algo está pasando entre ellos, y cuando sale a la luz, no dicen toda la verdad sobre el conflicto. También, al convertirse en zonas de guerra, las manos de los representantes de los países en guerra están y estarán siempre manchadas de sangre porque al enviar soldados a combatir por ideales que ellos (los soldados) no entienden (o lo están pero no los aceptan o que sí aceptan) luchan por los ricos que “reinan” (o controlan) el país en el que viven.
CONCLUSIÓN: No ha habido guerra con fines altruistas o humanistas, no existe tal cosa y no habrá una: detrás de las motivaciones de la guerra siempre encontraremos razones mezquinas o que al final, “no eran para tanto”.
La guerra es motivo de preocupación para la nación que la declara y para las naciones acusadas. El tema de la guerra es importante hoy, porque aunque deberíamos haber aprendido de las guerras antes de la humanidad, aparentemente nunca lo aprenderemos: comenzamos guerras entre amigos, familiares o colegas. La ambición y el deseo de poder conducen a la guerra: todos tienen una causa inmediata para el deseo de una persona de gobernar sobre otra, ya sea un individuo, una comunidad, una nación, y quién o quiénes lo promueve es ambicioso.