La Segunda Guerra Mundial dejó al descubierto la debilidad de los países europeos y los movimientos de independencia de las colonias se generalizaron con el apoyo de las dos superpotencias. Los ejércitos de las potencias coloniales no tenían ya capacidad para controlar dichos movimientos, por lo que a lo largo de la segunda mitad del siglo XX se produjo la llamada descolonización.
En cuanto terminó la guerra, el mundo quedó dividido en dos bloques que permanecieron en pugna por muchos años:
Alemania y Austria fueron divididas en cuatro zonas de ocupación (británica, francesa, soviética y estadounidense). La ocupación se mantuvo en Austria hasta 1955, y Alemania estuvo separada en dos países (Este y Oeste) hasta 1990.
La Unión Soviética se anexionó Moldavia, Estonia, Letonia, Lituania y partes de Prusia oriental, Polonia, Checoslovaquia y Finlandia.
Polonia, se anexionó el resto de Prusia oriental y toda la región oriental de Alemania.
Bulgaria se anexionó la región rumana de Dobrudja.
China recuperó Manchuria y todos los territorios ocupados por Japón. Por su parte, Japón quedó reducido al territorio insular (relacionado con las porciones de tierras rodeadas por aguas).
Italia cede las posesiones que había capturado antes de la guerra. Se pone fin al colonialismo de los países europeos y Japón sobre África y Oceanía dado que los movimientos independentistas de estas regiones resultan imposibles de controlar por los mermados ejércitos después de la Segunda Guerra Mundial.
La URSS anexionó el este de Polonia, Estonia, Letonia, Lituania, partes de Alemania (Prusia Oriental), Checoslovaquia, Finlandia, Hungría y Rumanía. Polonia recibió territorios de Alemania (Pomerania, Silesia y la mitad de Prusia Oriental). Alemania y Austria quedaron divididas en cuatro zonas de influencia, posteriormente Austria recuperó su independencia en 1955 y en el caso de Alemania, Estados Unidos, Francia y Reino Unido unificaron sus respectivas zonas de influencia en una figura que luego sería conocida como la República Federal Alemana. La URSS hizo lo mismo con su zona de influencia y la convirtió en la República Democrática Alemana.