Se originaron bloques militares como la OTAN (Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Francia, Italia, Bélgica, Países Bajos, Dinamarca, Noruega, Islandia, Portugal y Luxemburgo) y el Pacto de Varsovia (Sus miembros fundadores fueron Bulgaria, Checoslovaquia, Hungría, Polonia, República Democrática Alemana, Rumania y la Unión Soviética).
Esas fueron las principales consecuencias, pero otros ejemplos son aquellos que tuvieron lugar en eventos públicos internacionales, como el boicot a los Juegos Olímpicos de 1980 en Moscú, a los que Estados Unidos no asistió (ni muchas naciones aliadas); y sería en la siguiente edición que se llevó a cabo en Los Ángeles en 1984, cuando los soviéticos y sus naciones se negaron a asistir.
Las reformas de Mijail Gorbachov, que liberalizó la economía y concedió mayores libertades políticas, acabaron por generar una crisis mortal en la Unión Soviética.
Su disolución, en 1991, tuvo como principal consecuencia el predominio de Estados Unidos como única potencia mundial. Por otra parte, la OTAN, la alianza militar liderada por Estados Unidos durante la Guerra Fría, se ha convertido en una organización internacional mucho más amplia, en la que han entrado también antiguos países de la esfera soviética. Además, la escalada militar de ambos países dejó un mundo plagado de cabezas nucleares, un peligro de autodestrucción que la raza humana llevará siempre consigo desde entonces.