11 Apr
11Apr

Desde su creación, la música siempre ha sido importante y con los años se ha vuelto trascendental. En la Primera Guerra Mundial, cuando todo parecía carecer de sentido para los soldados que estaban en los campos de batalla, intentando proteger a su país y mantenerse con vida, la música les hizo sentir que lo que hacían sí tenía sentido. Por lo que en la música de la Primera Guerra Mundial, podemos encontrar piezas melancólicas de madres y novias esperando en casa la vuelta de su respectivo uniformado; esperando que regresen con vida. También están los himnos nacionales, las canciones motivacionales y sus contrarias, las marchas fúnebres alzadas en honor de los caídos. La música da diversión y descanso, es necesaria en la guerra y en los tiempos de paz, produce efectos religiosos y morales; tranquiliza las mentes, ennoblece el carácter. La música proporciona placer, deleita y estimula nuestras emociones. Muchas de canciones de la época eran melodías populares que los soldados llevaban en su equipaje emocional.

La guerra avanzaba y mostraba ser la más brutal y mortífera de cuantas habían tenido lugar a lo largo de la historia. Los desastres de la guerra provocaron desastres inimaginables entre los soldados y la población civil.

El horror de la guerra acrecentó el antimilitarismo, activo desde el inicio de la conflagración incluso en países que, en un principio, no participaban en ella, como es el caso de Estados Unidos. Aquí –y en Gran Bretaña y Australia, que ya estaban en guerra– se hizo muy popular la canción I Didn’t Raise My Son to be a Soldier que dice lo siguiente: “No crié a mi chico para ser soldado, / lo traje al mundo para mi orgullo y alegría. / ¿Quién es nadie para ponerle un fusil al hombro / para disparar contra el querido hijo de otra madre? /  No habrían guerras hoy en día / si todas las madres dijesen: / Yo no crié a mi chico para ser soldado”. 

Hay muchas más canciones que describen, o al menos lo intentan, de sus cantantes o compositores (si es que no les tocó vivir la guerra en carne propia, pero verla desde afuera) los augurios que significaban: angustia, terror, ira, etc. Las canciones de ésta época son desgarradoras, pero para eso son: para dejar en la historia de la música y del mundo un suceso tan importante como éste.



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